En el templo de San Francisco, ni el pesebre se salvó de los ladrones. La semana pasada desapareció una de las ovejas que formaba parte de la representación del nacimiento de Jesús y a los religiosos no les quedó otra opción que guardar al Niño Dios por temor a que también se lo roben.
“Se pone la figura del ‘Niño Dios’ solo para la misa”, explicó el sacerdote Marcos Porta. Las celebraciones religiosas de diciembre incrementan la cantidad de fieles que concurren diariamente al templo, ubicado en San Martín y 25 de Mayo, y también las visitas de los oportunistas. “Ya se llevaron las velas del Adviento y una de las ovejas”, agregó el religioso.
Porta contó, además, que es cada vez más habitual que la gente entre a rezar y que los punguistas aprovechen un momento de distracción para robarles las billeteras o las carteras. “Desde los saqueos ya no tenemos presencia policial en la puerta”, lamentó.
Debido a que las puertas del templo abren muy temprano y para evitar que los ladrones se hagan un daño aún mayor, Porta optó por resguardar al Niño Dios y únicamente lo coloca en el pesebre mientras se celebra misa. “Si se llevaron una oveja, que es más pesada, cómo no pensar que se pueden robar al Niño Dios”, analizó. Esta no es la primera vez que el cura denuncia ante LA GACETA que dentro del templo se producen robos. Los punguistas actúan en esa iglesia desde hace tiempo.
El comisario Ricardo Fresneda, jefe de la Seccional Primera, en cuya jurisdicción se encuentra el templo franciscano, aseguró que los hechos que relató el sacerdote nunca fueron denunciados en esa dependencia. “Si bien no recibimos ninguna denuncia, voy a mandar a un oficial para que se interiorice del tema”, afirmó. El policía agregó que durante diciembre se incrementó la presencia policial en el microcentro y que eso permitió reducir la cantidad de ataques de mecheras y de punguistas.